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Capítulo 23.

Jungkook se fue después de desayunar junto a ellos, no se quería ir, pero el deber llamaba. Estaba en su auto manejando, eran las ocho con cuarenta y tres minutos, iba algo tarde. Cuando llegó algunos lo miraron extrañados y otros le restaron importancia, fue a su oficina, se sacó su abrigo y empezó a trabajar.

—Hola, Jungkook —dijo Daira mientras entraba.

—Hola, Dai.

—¿Cómo estás? —dijo la omega.

—Bueno, demasiado bien —dijo Jungkook con una sonrisa.

—¿Esa cara quiere decir que estuvo todo bien?

—Si, más que bien, fue un avance.

Los ojitos de Jeon brillaban y la castaña solo podía sonreír. Si bien Jungkook sabía que el omega tenía un par de cuestiones para resolver, no quitaba que fuera un avance, se quedó a dormir en su hogar, es un gran avance.

—¿Le gustó al cachorro su regalo? —el alfa volvió a sonreír.

—Si, le encantó. Tenías que ver su carita, Dai.

—No fue tan mal, te lo dije.

—Creo que tenías razón.

—¿Algo que me quieras contar?

—Pues... no.

—Hey, dije que me tenías que contar TODO —dijo la omega haciendo algo así como un berrinche.

—No va a pasar.

—Jeon Jungkook —dijo en voz de advertencia.

—Nop, nop, no te voy a decir nada.

Daira suspiró.

—Ya me vas a pedir algo —dijo indignada y se fue. Jungkook rió y siguió en sus asuntos.

✧✦✧

Jimin solo podía pensar en Jungkook.

Jungkook, Jungkook, Jungkook.

Joder estaba agotado. Mientras su omega chillaba al recordar al rizado él solo quería dejar de sentir. No quería que su corazón latiera tan de prisa cuando el alfa sonreía o cuando se tomaba a su cachorro en cuenta o cuando lo hacía sonreír. Joder no quería caer.

No conoce tantos alfas, solo tuvo dos en su vida y no fueron los mejores. No quiere hablar de su padre y, bueno, Jihoon es un caso aparte. Lo que no quiere es volver a equivocarse, no quiere volver a caer en las redes de alguien y que lo lastimen. Su ex le pintó el cielo de mil colores el primer mes, luego se volvió su maldito infierno.

No quiere volver a pasar por eso, no. No quiere traer alguien a su vida para que salga herido y tampoco quiere que su cachorro salga lastimado. No quería sentir mariposas al pensar en el alfa de ojos verdes, pero no podía evitarlo.

Su bebé estaba durmiendo, era su siesta de media mañana, así que tenía un buen rato para estar solo, joder.

Jungkook y sus ojos hermosos, Jungkook dando besos en su cabeza, Jungkook y sus brazos que lo hacían sentir seguro, Jungkook y su sonrisa preciosa, Jungkook, Jungkook y más Jungkook.

Suspiró y trató de concentrarse en otra cosa.

✧✦✧

Hoy era de esos días raros donde no había tanto trabajo y Jeon podía terminar antes de las tres de la tarde. Dio una vuelta en su silla giratoria para poder ver la vista que le daba el gran ventanal. Solo podía pensar en Jimin y ese cachorro.

Solo podía pensar en ese omega y sus ojos azules, en sus mejillas rosadas, en su sonrisa tímida, en su voz tranquila, en su cabello suave y castaño. Estaba cayendo y sin mucho esfuerzo.

Luego estaba ese cachorro que le encantaba hablar con cierto peluche, que decía palabras incompletas, que tenía carcajadas escandalosas y contagiosas, que se levantaba de mal humor. Esa pequeña familia no salió de su cabeza en todo ese día.

Los días pasaban y el cumpleaños del pequeño estaba cerca, muy cerca a decir verdad. Faltaba solo un día y Jungkook se moría de los nervios. No tendría que sentirse nervioso, no era su hijo, pero había estado pensando en algo y lo tenía de tal modo.

Había pensando en ir esa misma noche al hotel y visitar a Jimin, claro que quería hacerlo desde antes, pero no quería molestar al castaño. Pensó en comprar un pequeño pastel y unas velas, también pensó en comprarles varios regalos, algo así como ropa, juguetes, dulces, quería consentir al pequeño. Por lo que pudo notar no tuvo tantos regalos antes y era su primer cumpleaños, era la excusa perfecta para llenarlo de cosas.

Eran a penas las siete de la mañana y la noche anterior se quedo adelantando juntas, papeles y charlas con nuevos socios para tener la noche libre y el día también, quería estar con energía para cuando lleguen las doce.

—¿Me llamaste, Jungkook? —preguntó Daira mientras entraba algo confundida.

—Si, disculpa si te moleste.

—Para nada. ¿Qué necesitas?

—Mañana es el cumpleaños del cachorro del omega del que te hablé y, pues, necesito ayuda con algunas cosas.

El rostro de la omega se iluminó.

—Lo que necesites. ¿Qué haremos?

—Necesito comprar un pequeño pastel, decoraciones, regalos, dulces, de todo.

—Wow, va a ser una fiesta grande.

—En realidad... no, pero es su primera fiesta, quiero que sea especial.

—Eres demasiado tierno.

—Oh, cállate y ayúdame.

—A sus ordenes capitán.

—Estaba pensando en salir en la tarde.

—Tengo que ver si tengo algo que anotar en tu...

—Dejemos el trabajo por hoy, si tienes problemas mañana te ayudo.

—Está bien.

—Te llamo cuando esté listo así te preparas.

—Okay.

Las horas pasaron y ahora se encontraban manejando al centro comercial. Jungkook quería que todo fuera especial, quería que ese cachorro se sintiera querido y quería que Jimin esté feliz. Sabía que una fiesta lo haría feliz. Bajaron del vehículo y fueron en busca de lo que necesitaban.

—¿Crees que esta es muy grande? —le preguntó el alfa a Daira, quien estaba mirando otros pasteles en la vidriera de esa gran pastelería.

—Mmm, creo que está bien, ¿tú que opinas?

—Me gustó, tiene todo lo que a un cachorro puede gustarle y es de un tamaño perfecto.

El pastel era mediano, estaba cubierto en un baño de chocolate, tenía algo de crema por arriba y decía un "Happy Birthday" en dorado. Por lo que el pequeño cartel que había a un lado del pastel le daba a entender, tenía de relleno crema y fresas. Era un pastel perfecto.

—Hola, quiero llevar el pastel de la vidriera por favor.

Tenían el pastel y ya habían comprado las decoraciones. La temática iba a ser de dinosaurios, Jungkook se volvió fan de estos. Tenían unos banderines con muchos dinosaurios animados, también tenía gorritos de cartón, un globo dorado en forma de "1", también había comprado unas letras con luces que formaban el nombre del bebé. No iban a asistir más niños que el propio cumpleañero, pero de igual manera compró una piñata, dulces y confeti.

—Creo que nos falta el regalo.

—Si, yo creo que sí.

Caminaron hasta la juguetería de la otra vez y se pusieron a mirar.

—¿Qué te parecen esos autos?

El rizado hizo una mueca.

—Creo que es más de los muñecos y peluches.

Siguieron buscando y Jungkook vio demasiados peluches, habían pequeños dinosaurios bebés, animales y hasta personajes de Disney.

—Le voy a llevar un par de estos —dijo mientras agarraba tres tiranosaurios rex bebés.

Siguieron caminando y el alfa volvió a ver algo que lo dejó enamorado.

Era un pequeño andador. Había notado que Jaehyun estaba aprendiendo a dar sus primeros pasos y eso lo ayudaría el triple.

—Nos llevamos este, definitivamente.

Una vez salieron de allí fueron a una tienda de ropa para bebés. Le compró unas camisetas con estampados de gatitos, una campera con un tigre estampado y no pudo dejar al pijama de dinosaurio. Tenía un problema serio con los animales.

—¿Listo? —preguntó la omega, quien tenía el pastel y la bolsa con decoraciones.

Cargaron todo eso en el auto del de ojos verdes y cada uno tomó un rumbo diferente. Como iba a ser una ocasión especial llevó ingredientes para cocinar pasta, esperaba que les gustara. Antes de ir para el hotel fue a buscar un par de ollas y utensilios a su departamento, dudaba que haya algo allí más que una sola cacerola, sera cinco estrellas y todo, pero no venían con ollas incluidas.

Y si no le gusta. Y si no quiere una fiesta. Y si no les gusta lo que cocino. ¿También dirá que un alfa cocinando es raro? Y si hago algo mal. Y si a Jaehyun no le gusta lo que le compré. Y si, y si, y si...

La cabeza de Jungkook era un lío, quería que todo fuera perfecto.

Llegó al hotel cargando demasiadas bolsas y la beta lo miró extrañada.

—¿Te vas a mudar aquí o que?

—Si lo hiciera no tendría porqué importarte.

Jungkook le informó a que habitación venía, pasó la tarjeta por el ya conocido aparato y esperó al ascensor.

✧✦✧

Jimin tenía una mezcla de alegría, nostalgia y tristeza. Él quería hacerle algo a su bebé, quería llevarlo a un lugar a comer y darle regalitos por su día especial. También estaba nostálgico, estaba creciendo tan rápido que quería llorar.

Estaban en un espacio de la sala jugando con el regalo nuevo del menor, estaba aprendiendo de a poco a hacer lineas y estaba fascinado con las pinturas, tanto que dejó todo el piso lleno de acuarelas el primer día. Ahora las manejaba algo mejor, era pequeño para ello, pero ponía su esfuerzo para poder agarrar bien el pincel.

Jaehyun estaba ahí parado, con ayuda de Jimin, pintando mientras le decía al mayor que mirara lo que hacía.

—¿Qué es eso, amor?

—Hoo~

—Mmm, hagamos como que entiendo lo que me dijiste. Creo que es hora de guardar todo, mañana puedes seguir pintado, angelito.

—Haaa, n-no.

—Si, amor, es hora. Mañana es tu día especial y puedes pintar todo lo que tú quieras, ¿está bien?

Jaehyun le hizo puchero, pero de igual forma Jimin lo alzó y lo llevó hasta al baño para así poder lavarle las manos. El bebé jugó un poco con el agua mientras el omega lo sostenía con un brazo para poder lavarle bien. El timbre sonó a lo lejos, el omega miró con el ceño fruncido en dirección a la puerta y salió del baño.

Los ojos de Jungkook dieron con los de Jimin mientras abría la puerta, los podría mirar por horas.

—Hola —dijo la voz tranquila del alfa.

Las mariposas aparecieron de nuevo en el estómago del omega y se maldijo mentalmente. Miró las bolsas que había en sus manos, unas más grandes que otras.

—Hola, Jungkook.

—Perdón si los mo...

—¡L-La! —dijo el menor.

La sonrisa de Jungkook no tardó en aparecer.

—Hola, Jae.

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